Las normas esenciales que rigen nuestro programa tienden a tener como objetivo poner fin a las principales causas por las cuales se asocia a la droga en la vida cotidiana.
No drogarse.
No robar.
No mentir.
No poseer símbolos apológicos de las drogas.
No dejar de asistir a las actividades programadas.
No salir de la institución sin previa autorización.
No pelearse.
Dichas normas a través del tiempo se imponen como parte de la recuperación de los jóvenes.